Cuarenta son los escaños que arriesga el partido oficialista. Por su parte, el Frente Para la Victoria es el que más pone en juego en el Senado con 15 bancas.
La coalición oficialista Cambiemos es el bloque que más bancas pone en juego en Diputados en las próximas elecciones, 40 escaños, mientras que en el Senado el que más arriesga es el Frente para la Victoria con 15 bancas.
En el caso del Senado, cada dos años se renueva un tercio de la Cámara, y en este turno renovarán sus bancas los tres senadores de ocho provincias: Buenos Aires, Formosa, La Rioja, Jujuy, Misiones, San Luis, San Juan y Santa Cruz.
Los nombres de cada uno de los candidatos que disputarán las bancas por cada uno de los espacios sólo se conocerán oficialmente el 24 de este mes; antes, el 14, quedarán oficializadas las distintas alianzas, según lo determina el cronograma electoral, que desembocará en las PASO del 13 de agosto venidero.
Con 87 diputados, en Cambiemos concluyen su mandato 40, mientras que en el massismo se le vence su escaño 20 de sus 37 miembros; en el FPV la victoria 32, de 72, y el bloque Justicialista arriesga 8 de sus 17 integrantes.
Cada dos años se renueva la mitad de la Cámara, y este año se renovarán 127 bancas, es decir que va a elecciones la mitad de los escaños de legisladores que ingresaron en 2013.
Si se consideran las elecciones de 2013 a nivel nacional, el partido político que mayor cantidad de bancas había ganado fue el FPV, que obtuvo 47 bancas sobre las 127 en juego.
No obstante, el FPV no es el bloque que más pone en juego en estas elecciones que se aproximan: de 2013 a hoy, las escisiones sufridas tras la derrota electoral de 2015, y la alianza entre el PRO, la UCR y la CC, disminuyó el bloque del kirchnerismo, con lo que no es el bloque que más diputados pone en juego.
Por el contrario, el bloque que más pone en juego en estas elecciones es el oficialista Cambiemos, con 40; en 2013 esta alianza no existía: la UCR y la CC compitieron en alianza con partidos que hoy conforman el interbloque Progresistas (GEN, PS, y Libres del Sur).
Por su parte, el PRO compitió solo en algunos distritos (como en la Capital Federal) y en alianza con otros partidos (como en Buenos Aires, donde sus candidatos formaron parte de la boleta del Frente Renovador).
El FPV, de 72 diputados, renueva 32, y el interbloque UNA (referenciado en Massa), pone en juego más de la mitad de las bancas que posee: 21, sobre 38 totales.
El Bloque Justicialista (referenciado en Diego Bossio), pone en juego un poco menos de la mitad de la bancas que posee: 8 sobre 17 totales; en el caso del Peronismo para la Victoria (presidido por Leonardo Grosso), pone en juego un tercio de sus bancas: 2, sobre 6 totales.
Y el interbloque del Frente Amplio Progresista pone en juego casi la totalidad de sus bancas: 7 sobre 8 totales; en una situación similar se encuentra el interbloque Juntos por Argentina (presidido por Darío Giustozzi), que pone en juego 3 de sus 4 bancas.
En el caso del Senado, cada dos años se renueva un tercio de la Cámara y en este turno renovarán sus bancas los tres senadores de ocho provincias: Buenos Aires, Formosa, La Rioja, Jujuy, Misiones, San Luis, San Juan y Santa Cruz.
Se renueva el tercio de la Cámara que ingresó en 2011, con el 54 por ciento obtenido por el FPV que llevó a la presidencia a Cristina Fernández de Kirchner.
El bloque que más bancas arriesga es ampliamente el PJ-FPV: de las 24 bancas en juego, 15 pertenecen al bloque presidido por Miguel Ángel Pichetto.
De esta manera, el FPV pone en juego el 42 por ciento de su bancada: 15 sobre 36 en total; por el contrario, el bloque del oficialismo pone en juego solo un 20 por ciento de sus bancas: 3 sobre un total de 15.
En tanto, el bloque del PJ de San Luis (Adolfo Rodríguez Saá), arriesga las dos bancas que hoy posee, y el resto de los escaños en juego (cuatro), pertenecen a senadores que conforman monobloques: Roberto Basualdo (Producción y Trabajo-San Juan), Sandra Giménez (Bloque Misiones-Misiones), Jaime Linares (GEN-Buenos Aires) y Carlos Menem (Federalismo y Liberación-La Rioja).